ADOLFO DIAZ, DE COMPOSTELA. EMPRESARIO EN PUERTO VALLARTA.

Este reportaje originalmente se publico en el periódico Vallartense Vallarta Opina y pertenece a la liga que aparece abajo de este texto y que lo llevaría directamente a la referida publicación, por algún motivo que desconocemos no es posible ir. Se hace la aclaración que las gráficas que en el aparecen no son las originales porque desaparecieron y se reforzó con imágenes tomadas de otras publicaciones.

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10/04/2010Entrevista: Adolfo Díaz Díaz • Empresario

Nació el 29 de noviembre de 1953 en Compostela Nayarit, hijo de Adolfo Samuel Díaz Ponce y María Juana Díaz Ponce, es el segundo de ocho hermanos, es propietario de una de las empresas llanteras de más tradición en la ciudad, pues desde 1947 en que su padre arribó a Puerto Vallarta, su familia se ha caracterizado por su emprendurismo creando empresas en Compostela, Tepic y Puerto Vallarta.

Habiendo honestidad, las cosas se dan



Por Miguel Ángel Ocaña Reyes







¿Cómo se inicia la tradición del trabajo en su familia?



Pocos años antes de 1947 las minas de Compostela dejaron de trabajar, cuando dejan de producir, todas las personas que trabajaban el material de la mina hacia la estación de ferrocarril de Compostela para transformar ya en oro ese material, pierden su trabajo, se quedan con sus camiones, empiezan a buscar y voltean hacia Vallarta, y dicen “vamos a abrir un camino en tiempo de secas a Puerto Vallarta para empezar a comerciar.”



Mi padre trabajaba en la agencia Ford de Tepic como mecánico y en 1947 llega a Compostela, porque uno de los camioneros viejos le dice “muchacho, mejor quédate allí en Compostela, diario tenemos que estar yendo por ti a Tepic a que nos arregles los camiones”, y le prestaron ahí un corral con un tejaban donde empezó a trabajar, desde aquellos años empezó a venir hasta Vallarta a trabajar arreglando esos camiones que les llamaban camiones tropicales, esos los hicieron de lo que eran los camiones de volteo, les quitaron la caja y pusieron una tarima con unas bancas con un techo y lonas a los lados para cuando llovía.







El camino Compostela-Nayarit



A mí tocó viajar en ellos varias veces, porque el camino se abrió aquí hasta 1969, de Compostela para Vallarta en el periodo de Gustavo Díaz Ordaz, que fue cuando se construyó ese camino, existían caminos que la gente misma hacía como el de Compostela a las Varas que no era por donde está hoy, el de Compostela las Varas era por donde va a venir ahora la nueva autopista, por el pueblo de Mazatán y era muy carácterístico porque la gente a los lados de los camiones tropicales se ponía a vender tacos con un tono muy especial en su voz.



En Puerto Vallarta mi papá llegó de visita con mi abuelo Petronilo, papá de mi mamá, y que era muy amigo de mi abuelo paterno, eran paisanos del mismo pueblo, de Sayula, incluso su apellido es igual pero no llevaban parentesco, ahí conoció a mi mamá que era la encargada de la tienda más grande que había en Compostela.







La época de oro de Compostela



Durante la Segunda Guerra Mundial que fue estratégico el oro, fue cuando se explotaron esas minas de Compostela y había mucho dinero, los estadounidenses en una compañía que se llamaba American City eran los encargados de extraerlo, entonces había tanto dinero que había tiendas muy grandes, mi madre me decía que con tiempo encargaban los abrigos de Inglaterra, todo lo metálico de Alemania, tenían todo lo que se pudiera encontrar en una tienda de pueblo pero de muchísima calidad, yo todavía conocí esa tienda pero ya en decadencia, me tocó conocer los armazones de madera finísimos, en puro cedro, todo muy bonito.







¿Cuándo se casan sus padres?



Mis padres se casan en 1951 y empiezan a trabajar los dos, mi madre le ayuda a mi padre, ponen una pequeña refaccionaria, empezaron con un mostrador de dos metros de grande, con el tiempo mis hermanos nos fuimos involucrando en el negocio, de hecho yo estudié dos profesiones, odontología y pedagogía en la Normal Superior de Tepic pero nunca ejercí porque siempre estuve ligado a los negocios de la familia.







¿Cuando se inició en el trabajo independiente?



El trabajo siempre ha existido en mi familia, nosotros somos una familia donde trabajamos todos en las empresas familiares, el hermano que me sigue, Jesús Arturo, él está a cargo de los negocios en Tepic, allá tenemos una sucursal de éste negocio en Tepic y aparte allá tenemos otros dos negocios más y lo combinamos muy bien, en Compostela está Juan Carlos mi hermano que es el menor de todos que se hace cargo de una gasolinera, un servicio en pequeño llantero y acaba de entrar al negocio de los restaurantes con un concepto de comida japonesa.







¿Cómo se inicia este negocio?



Éste es un local grande, mi papá inició en un corral, luego mi abuelo le vendió la mitad de su propiedad, mi madre con la persona que había trabajado en la tienda le prestó, ahí iniciaron la refaccionaria, después mi padre compró un local por la avenida principal de Compostela, un local ya grande, que desafortunadamente hicimos lo que toda la gente de Compostela hizo con las casas antiguas, la tumbamos y ahí hicimos una gasolinera, los graves errores del progreso. Compostela era una ciudad muy bonita, yo tengo unas fotografías de chico y se ven unas casas muy bonitas y todos tumbamos para hacer negocios ahí, por eso mucha gente se pregunta dónde está la histórica y soñada ciudad de Compostela, pues está hecha escombros.



El negocio de las llantas fue por la misma necesidad de los clientes, en Tepic había una vulcanizadora, Vulcanizadora del Pacífico, que en aquellos años ya existía, entonces le decían, ya que vas en tu camionetita llévame a vulcanizar mis llantas y empezó a vulcanizarlas y a vender llantas nuevas también, por eso se inició ese negocio.







¿Cuándo llega a establecerse a Puerto Vallarta?



A Puerto Vallarta ya como negocio fue en 1989, teníamos 20 años ya, mi padre se viene a Vallarta cuando Compostela baja mucho, se vino vendiendo llantas, discos de arado, aceites refacciones por toda la costa en la época de oro de la costa de Nayarit en los sesentas cuando el tabaco estaba en auge, por lo que el gobierno expropia las compañías tabacaleras y aumenta muchísimo de precio el tabaco, exageradamente, había tanto dinero que recuerdo que la gente compraba refrigeradores, estufas para sus cabañitas pero se les echaban a perder luego luego, no tenían dónde ponerlos, se vendieron por montón motocicletas, fue un desperdicio, llegó el dinero pero no llegó la educación para la economía y la gente se acababa el dinero en borracheras.



En ese tiempo se vino mi papá por la costa y nosotros nos veníamos con él a vender, pero luego baja esa época de oro y empieza el Fideicomiso Bahía de Banderas que aparece por el mismo periodo de Díaz Ordaz, quien impulsa mucho fue Luis Echeverría. Mi padre se viene de aquella zona, aunque ya estaba presente empieza a trabajar más en esta zona, cuando hicieron Nuevo Vallarta, aquí llegaba a un motel que se llamaba Elia, ahí utilizaba de habitación y de bodega, aparte otro amigo le rentaba por la colonia Emiliano Zapata una bodega para poner sus llantas, yo se las traía y él las vendía. Pero es hasta que mi padre compra éste terreno a un amigo de él donde iba a pasar el libramiento y construimos aquí.



La primera vez que vine a Vallarta fue en el 69, porque mi padre me dejó venir con unos amigos que se vinieron a vivir porque tenían una tienda en la que ya no vendían porque Compostela estaba muerto, entonces con su tiendita en la que vendían todo llegaron aquí con mucho éxito, Marcelino Villa Navarro en la colonia Emiliano Zapata a una cuadra de lo que era el cine Bahía, en ese entonces se estaba construyendo el hotel Camino Real, lo que a mí me llamó la atención es que ellos abrían a las seis de la mañana y la gente ya estaba esperando para que abrieran la tienda, y cerraban a las diez de la noche y la gente se quería meter a seguir comprando.







¿Cómo era Puerto Vallarta en ese entonces?



Cuando uno llegaba a Puerto Vallarta no existía la zona de la Marina, veías todas las zonas esturarías, realmente donde iniciaba Vallarta era en las Glorias, en el banco HSBC, ahí todavía se ve una bardita bajita donde está una taquería hoy, ahí en las Glorias había unas señoras que vendían cocos, parientes de los Sánchez Barcelata, ahí iniciaba propiamente Vallarta, ya cuando uno llegaba a las Glorias decía uno “ya llegamos a Vallarta, ya nos falta poquito para entrar”.



La primera vez que vine fue en un camión que hacía 12 horas de Compostela a Vallarta, se dio lo de aquí entraba uno a San Juan de Abajo, por ahí se conectaba uno al Valle y de ahí ya salía uno hacia allá, mi admiración fue que había ya un pueblo, un camellón, y unos puestos con lámparas fluorescentes, y se me hizo una ciudad de progreso en aquellos años, todavía voy a San Juan y veo el Camellón enfrente de la iglesia y recuerdo eso.







¿Cómo se define como persona?



Soy una persona que me gusta ser cooperativo con las demás personas, me gusta la justicia, pero practicarla también, la honestidad, pero practicarla, que no sea de la boca hacia afuera.







¿De sus padres qué aprendió?



Eso, los valores, en la familia, en que la gente tenga confianza en uno, yo en mi negocio lo que les digo es, lo que vendemos es confianza, estamos una hermana y yo, y siempre buscamos algo que le beneficie a la empresa, pero que también le beneficie al cliente, que salga satisfecho y que tenga la seguridad de que estamos haciendo algo bien, a mí cuando llega alguien a comprarme algo que no le va a quedar a su vehículo, que no es lo adecuado, yo no me quedo callado, le digo, si tú quieres comprarlo adelante, pero esto no es lo adecuado, porque a veces no lo más costoso es lo mejor para uno.







¿Cuál es su mayor anhelo?



Seguir en mi trabajo, disfrutar diario la suerte de vivir aquí en Vallarta, que de veras es una verdadera suerte, hoy un Vallarta muy diferente al que llegamos, donde hay espectáculos de primera calidad, hay todo en Puerto Vallarta, hace años quisiera salir a otro lugar a ver qué compraba o qué veía, hoy tiene Vallarta todo, crear una empresa, crear más sucursales para crear fuentes de trabajo que para nosotros es muy importante en nuestro país, creo que hace falta empuje para que haya más fuerza laboral en el país, tenemos gente, tenemos ingenio, pero no hemos sabido cómo hacer que el país progrese.







¿Cómo se debe vivir la vida?



Así, feliz, tranquilo, con tu trabajo, disfrutando cada atardecer de Vallarta, disfrutando la comida, a mí me encanta la comida mexicana, yo soy de los que me gusta mucho comer en los restaurancitos locales, todo lo que es la comida, así vivir, aspirar siempre a tener más, pero poder dar más de ti, porque lo que da uno es lo que recibe, dar para poder recibir.







¿Qué le duele de Vallarta?



Que no hayamos sabido la gente de Vallarta poder tomar la dirección de nuestro municipio, para que las cosas se hubieran dado como debían ser, en cuanto a urbanización, en cuanto a valores, en cuanto a seguridad, yo todavía en el Vallarta de los años setenta en las noches se sentaba afuera uno de las casas, y el montón de sillas y a cuanto amigo pasaba le invitaba una cerveza, o a que se pusiera a platicar, no había ningún peligro como lo hay en todos los pueblos, pero creo que ese Vallarta de no tantísimo edificio que indebidamente dejaron que se construyera, creo que ese fue uno de los grandes errores, dejar un Vallarta mal, sobre todo en la montaña y que ya pusieron una sola pared aquí en la playa, en el Sheraton ya es nada más una sola pared lo que estamos viendo hasta Boca de Tomates, y hay pocas vías de comunicación.







¿Qué sería lo urgente a resolver en Puerto Vallarta?



Yo creo que lo urgente es la honestidad de quien gobierna, habiendo honestidad, las cosas se dan, y buena voluntad de parte del gobierno.







Del tiempo que lleva aquí ¿desde cuándo le falta honestidad a un gobierno vallartense?



Yo creo que gobiernos totalmente honestos no, porque siempre dicen la cultura del mexicano es así, pero sí ha habido unos mucho más que otros, y sobre todo lo podemos identificar los que diario leemos los periódicos, los que diario estamos en la vida de la ciudad, sí ha habido gobiernos con mayor voluntad de hacer obra.







¿Cómo cuáles?



El gobierno de Fernando González Corona, recibe una ciudad completamente tronada, pero en aquellos años, si le preguntas a cualquier gente, el gobierno municipal no le pagaba ni siquiera las quincenas a tiempo a los trabajadores, debían los trabajadores en todas las tienditas del pueblo, debían dinero porque no les pagaba a tiempo, ese era el Vallarta que recibió Fernando, y él sin dinero, con una deuda muy grande que le dejaron con obras que hicieron pero que fueron valiosas, como en el Caloso y todas esas colonias que eran muy pobres se transformaron, pero finalmente era una deuda.







¿Cuál ha sido la época de mayor esplendor de Vallarta en el tiempo que ha estado aquí?



Todavía hasta 2006, aunque hubo un bache hace tiempo también, yo recuerdo donde vivo, cuando nosotros llegamos a Puerto Vallarta ya con el negocio teníamos una casita que la seguimos teniendo por la 5 de Diciembre, nos tuvimos que quedar ahí porque en 89 no había quién te rentara una casa, no había casas de renta en Vallarta, pero pocos años después dio un vuelco muy fuerte Vallarta y los departamentos donde yo vivo, de vendértelos con 60 pesos de entre, después pedían 15 mil porque no había, lo que esta sucediendo hoy en Vallarta, nada más que ahora no lo están bajando tanto de precio, pero en aquellos años tuvimos que trabajar mucho y las rentas bajaron. Vemos muchos locales vacíos, creo que lo que tienen que hacer los que rentan es bajar sus precios. Es importante que tomen conciencia los dueños de casas y de locales comerciales, que para que Vallarta suba, tienen que bajar sus precios.







¿Qué vislumbra para Puerto Vallarta en los años venideros?



Yo vislumbro que nos vamos a poner las pilas todos los vallartenses, porque las crisis son oportunidad, y creo que tenemos que empezar a verlo como una oportunidad de que participemos todos los vallartenses en nuestra comunidad, en nuestra religión, en nuestros partidos, en todo lo que sea participar, en las organizaciones patronales, no es posible que tengamos abandonadas las cámaras de comercio, la COPARMEX, las ONG’s abandonadas también, que veamos cinco o seis personas siempre que andan trabajando por todo Puerto Vallarta, exigirle al gobierno, no es posible que los municipios sigan de la misma manera, que nada más cuando digan los regidores está aprobado todo lo que hicieron haya estado bien o mal.







¿Qué le gustaría dejarle a Vallarta?



Yo como persona simple y común que soy, aportarle mi trabajo y eso es lo que estoy haciendo, participar en todo lo que puedo, participo en mis cámaras, participo en mi comunidad, en el lugar donde vivo, soy tesorero del lugar donde vivo porque un grupo de amigos tenemos la administración y queremos que las cosas se hagan bien, entonces mi aportación mayor sería que pudiera hacer entender a la gente que tienen que participar.







¿Cómo le gustaría ser recordado?



Yo no soy de los de ser recordado, no, ya en vida finalmente te vas y al rato te vas, más en un Vallarta donde cada siete años se duplica la población. Mira si en Vallarta fuera realmente recordada la gente, la gente yo creo que no volvería a votar por los mismos sinvergüenzas que han acabado con Vallarta, pero Vallarta cada siete años se vuelve otro y la gente no sabe, no tiene memoria, por la compra de votos vuelven a triunfar y vuelven a dejar Vallarta hundido otra vez en la pobreza urbana.







¿Qué se debería hacer?



Mira, un punto importante y sencillo, Vallarta no tiene por qué estar tan sucio, estaba viendo que por ahí alguien del Ayuntamiento dijo que van a multar a quien tire basura ¡qué gran novedad! Siempre lo han dicho y no lo han hecho, en cambio el gobierno busca la manera de atacar al comercio establecido buscando la manera de que sus horarios sean respetados conforme a reglamentos supuestamente en épocas de crisis, y todo lo demás lo tiene en el abandono, qué curioso, a lo mejor ellos no se dan cuenta, están en la inocencia de que viven encerrados en un mundo diferente al de los ciudadanos.







¿Cómo vio el papel de Reglamentos a últimas fechas?



Yo te puedo mostrar una fotografía de la venta de cerveza en Semana Santa en el malecón, entonces desde ese punto de vista son caníbales con la gente honesta y de trabajo, y vegetarianos con los sinvergüenzas que venden vicios a la ciudad.

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